En el corazón de la Catedral de Santa María de Ciudad Rodrigo, uno de los templos más representativos del románico castellano, se esconde un claustro singular que ha desafiado las lecturas convencionales a lo largo de los siglos.
Este claustro es mucho más que piedra y silencio. Es un código visual del románico que aún guarda secretos… Y tal vez, también una simbología oculta que conecta con antiguas creencias, miedos y arquetipos.
1. Iconografía profana en un espacio sagrado
Los capiteles del claustro presentan una imaginería cargada de escenas profanas: guerreros luchando contra bestias, dragones, mascarones grotescos y figuras zoomórficas. Se ubican principalmente en las pandas sur y oeste, donde combaten hombres contra cuadrúpedos sobre fondos vegetales, o aparecen cérvidos atacados por aves rapaces.
Estas figuras no narran escenas bíblicas ni hagiográficas, sino que apelan a un imaginario popular y simbólico, más cercano a la épica, la superstición y la moral laica. Su carácter profano las vincula con un lenguaje visual que algunos investigadores relacionan con tradiciones esotéricas y antiguos sistemas de transmisión oral de sabiduría.

2. Función simbólica y enigmática
Estas escenas tienen una función simbólica: alegorías del bien y el mal, el caos y el orden, visibles para una sociedad mayoritariamente analfabeta. A menudo se interpretan como recursos apotropaicos: imágenes diseñadas para proteger simbólicamente el espacio sagrado.
Pero más allá de su función moralizante, algunos de estos símbolos podrían haber sido parte de una narrativa hermética transmitida a través del arte escultórico. Se ha sugerido que ciertas figuras —como los leones enfrentados, las cabezas monstruosas o los rostros invertidos— podrían remitir a códigos alquímicos, pruebas iniciáticas o metáforas de transformación espiritual.
3. La huella polémica de José Tarabella (1911)
A comienzos del siglo XX, el escultor José Tarabella intervino en el claustro. Restauró muchos capiteles y basas que estaban muy deteriorados por la erosión, pero lo hizo de forma drástica. Su intervención fue mimética, reconstruyendo volúmenes y detalles, aunque a costa de perder parte del modelado original.
Algunas figuras conservan aún inscripciones o rasgos que permiten distinguir el trabajo original del añadido. Esta restauración, aunque polémica, permitió recuperar parte del mensaje visual del claustro. Pero también genera una nueva capa de misterio: ¿hasta qué punto la mirada del restaurador alteró o reinterpretó simbologías que quizá no comprendía del todo?



4. Comparativa y lectura simbólica
Frente a otros claustros peninsulares con iconografía bíblica (como Gerona o Santo Domingo de Silos), el de Ciudad Rodrigo destaca por su iconografía más laica, alegórica y profana.
Este bestiario esculpido no busca narrar el Evangelio, sino ofrecer una lectura moral, simbólica y quizá iniciática al visitante medieval. Una especie de criptograma pétreo, donde cada criatura, gesto o escena puede tener múltiples capas de interpretación.
5. Misterio y legado enigmático
Hoy, los capiteles del claustro siguen siendo fuente de misterio. ¿A quién se dirigían? ¿Por qué esa profusión de seres grotescos y batallas? ¿Cuál era su mensaje profundo?
¿Eran simplemente símbolos pedagógicos para una población sin acceso a la lectura? ¿O también fueron signos de una sabiduría oculta transmitida visualmente, como ocurre en otras tradiciones esotéricas medievales?
La interpretación sigue abierta. Y es precisamente esa ambigüedad lo que los convierte en un testimonio valiosísimo del pensamiento medieval: entre la fe y la superstición, entre la liturgia y el folklore, entre la teología y el ocultismo.


Preguntas frecuentes
¿Por qué representan escenas paganas si pertenece a una catedral?
Porque el románico usaba símbolos profanos con finalidad moral y apotropaica, y quizás también con mensajes iniciáticos, dirigidos tanto a fieles como a iniciados.
¿Qué función tenían estos monstruos y bestias esculpidas?
Servían para proteger simbólicamente el espacio sagrado, pero también podrían codificar símbolos de transformación espiritual o advertencias simbólicas.
¿Cómo afectó a su autenticidad la restauración de 1911?
La restauración fue muy intensa; se rehizo gran parte del volumen, lo que alteró formas originales y posiblemente modificó su simbolismo original.

¿Existen claustros similares en España?
Sí, aunque con narrativa más cristiana: Gerona (ciclos de Noé), L’Estany (escenas marianas). El de Ciudad Rodrigo destaca por su tono laico y enigmático.
¿Hay enigmas sin resolver?
Sí: la intención original, su posible lectura esotérica y su vínculo con antiguos códigos simbólicos siguen siendo objeto de debate y fascinación.
Fuentes consultadas
- Arteguias: Catedral de Ciudad Rodrigo – arteguias.com
- Románico Digital: Fundación Santa María la Real – romanicodigital.com
- ABC Viajar: restauración del claustro – abc.es
- Wikipedia: Catedral de Santa María de Ciudad Rodrigo – es.wikipedia.org
- Terranostrum.es: guía de Ciudad Rodrigo