Cazoletas en Los Barruecos: el misterio prehistórico en granito

En el corazón de Los Barruecos, en Malpartida de Cáceres (a unos 14 km de la capital provincial), declarado Monumento Natural en 1996, las rocas graníticas esconden uno de los testimonios más enigmáticos del pasado: las cazoletas, pequeñas cavidades circulares excavadas hace miles de años cuya función sigue envuelta en misterio.

Cazoletas prehistóricas talladas en roca granítica en Los Barruecos
Cazoletas prehistóricas en Los Barruecos – © @eduestellez

Un vestigio de hace más de 3.000 años

Las cazoletas de Los Barruecos se han asociado al Calcolítico y la Edad del Bronce, en torno al III–II milenio a. C., es decir, hace unos 3.000–4.000 años. Esta cronología es relativa, basada en paralelos regionales y su contexto arqueológico, ya que no se han podido datar de manera directa.

Talladas directamente sobre el granito, estas hendiduras forman parte de un conjunto de grabados rupestres que convierten al paraje en uno de los núcleos más destacados de arte pospaleolítico en Extremadura, según catálogos oficiales e investigaciones recientes. A menudo aparecen aisladas, pero también acompañadas de surcos, líneas, barras o figuras esquemáticas, lo que sugiere un lenguaje simbólico complejo. Aunque la mayoría son redondeadas, en algunos casos se observan formas más alargadas o irregulares, lo que añade variedad al conjunto. Ejemplos significativos pueden verse en las Peñas del Tesoro, la Peña de la Orca o en rocas próximas al Barrueco de Abajo.

Grupo de cazoletas bajo un abrigo rocoso en Los Barruecos
Cazoletas prehistóricas en un abrigo de Los Barruecos – © @eduestellez
Conjunto de cazoletas y surcos grabados en granito en Los Barruecos
Cazoletas y surcos prehistóricos en Los Barruecos – © @eduestellez

Interpretaciones y teorías

El enigma de las cazoletas ha alimentado diversas hipótesis entre los arqueólogos. Ninguna es excluyente y su interpretación varía según el contexto de cada estación rupestre:

  • Rituales y ofrendas: podrían haber servido como receptáculos para líquidos o elementos simbólicos en ceremonias religiosas. Paralelos etnográficos y peninsulares sugieren que pudieron estar ligadas a libaciones o marcas de fertilidad.
  • Astronomía y calendarios solares: en algunos abrigos cercanos se han observado efectos lumínicos en equinoccios. Se trata de propuestas locales en estudio, no de un consenso académico.
  • Metalurgia: la presencia de óxidos ferruginosos en ciertas cavidades ha llevado a plantear un posible uso técnico vinculado a la fundición o manipulación de metales, aunque se considera una hipótesis funcional en evaluación.
  • Símbolos de fertilidad o marcadores territoriales: su repetición y ubicuidad sugieren un valor cultural compartido y profundo.

Más que simples marcas en la roca, las cazoletas muestran la interacción entre naturaleza, ritual y conocimiento en las comunidades prehistóricas.

Formaciones graníticas singulares con cazoletas en la roca base, en los Barruecos
Formación granítica en cuya base hay cazoletas prehistóricas – © @eduestellez

Un fenómeno común en la Prehistoria

Aunque en Los Barruecos se conservan con gran visibilidad, las cazoletas forman parte de un fenómeno extendido en muchos yacimientos prehistóricos. En Galicia, el norte peninsular o Andalucía aparecen asociadas a petroglifos, dólmenes y rocas graníticas. En Extremadura, se han documentado centenares de ejemplos en la Sierra de Montánchez y el Campo Arañuelo, donde se han catalogado varios centenares de conjuntos.

El patrón se repite incluso más allá de la península: en Portugal, las Islas Británicas o la Bretaña francesa, las cazoletas —conocidas internacionalmente como cup-marks o cup-and-ring marks— forman parte del arte rupestre atlántico. Esta coincidencia ha llevado a los investigadores a hablar de un código simbólico compartido en la Prehistoria reciente, un lenguaje de signos cuya interpretación definitiva aún escapa a nuestra comprensión.

Un legado vivo en Los Barruecos

Hoy, visitar Los Barruecos no solo es una experiencia paisajística, sino también un viaje arqueológico. Cerca del Barrueco de Abajo, en las Peñas del Tesoro o junto a los senderos principales, el visitante puede encontrar ejemplos visibles de estas cavidades milenarias.

Cuidar el patrimonio y el entorno

Las cazoletas forman parte del patrimonio protegido de Los Barruecos y deben disfrutarse con respeto. La visita responsable implica no solo preservar estos grabados rupestres, sino también cuidar el entorno natural en su conjunto: seguir los senderos señalizados, respetar la flora y la fauna, y no dejar huella de la presencia humana. Proteger este paisaje único es garantizar que su valor cultural y ambiental se mantenga vivo para las generaciones futuras.

Y es que el enigma de las cazoletas sigue abierto, pero su mera existencia convierte a Los Barruecos en un espacio donde la naturaleza y la memoria ancestral se entrelazan, invitando a reflexionar sobre los orígenes de la cultura humana.

Grabados rupestres antropomorfos en los Barruecos
Grabados rupestres antropomorfos en Los Barruecos – © @eduestellez
Paisaje al amanecer con las Peñas del Tesoro al fondo
Amanecer en Los Barruecos con las Peñas del Tesoro al fondo – © @eduestellez

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