Madrid, 29 de octubre de 1933. La ciudad atravesaba semanas intensas, con la campaña electoral en marcha y una República marcada por tensiones y enfrentamientos. En ese ambiente cargado de incertidumbre, el Teatro de la Comedia acogió un mitin que pasaría a la historia como el acto fundacional de Falange Española. Aquel domingo, entre butacas llenas y un público mayoritariamente joven, la organización se presentó en sociedad con un discurso nítido y una estética austera.

El escenario y la convocatoria
La cita se presentó bajo el título de “Afirmación Nacional”, un lema que buscaba solemnidad y contundencia. El teatro, en pleno centro de Madrid, ofrecía visibilidad y cobertura mediática. La puesta en escena fue sencilla: una mesa presidencial, intervenciones encadenadas y un tono marcado por el orden. La atención no estaba en la escenografía, sino en la palabra y en la gestualidad de los oradores.
Los protagonistas en escena
El primero en hablar fue Alfonso García Valdecasas, catedrático de Derecho, que abrió con un discurso doctrinal en defensa de la cohesión nacional. Le siguió el aviador Julio Ruiz de Alda, héroe del Plus Ultra, que dio un tono épico, apelando al sacrificio y al compromiso de la juventud. El cierre correspondió a José Antonio Primo de Rivera, abogado e hijo de Miguel Primo de Rivera, dictador entre 1923 y 1930, que expuso un discurso largo y cuidadosamente elaborado. Sus palabras funcionarían desde esa misma noche como la carta fundacional de la Falange.
El mensaje que quedó fijado
En la intervención final se asentaron las ideas centrales del nuevo movimiento. La crítica al parlamentarismo liberal, considerado causa de división y debilidad; la afirmación de España como «unidad total», situada por encima de clases e intereses; la reivindicación de un Estado fuerte y jerárquico, concebido como instrumento de coordinación nacional; y la voluntad de superar la división entre izquierda y derecha. El tono combativo se resumió en una frase que resonó en la sala y se convertiría en símbolo: «no hay más dialéctica que la de los puños y las pistolas».
El ambiente y la recepción
Las crónicas periodísticas coincidieron en describir un teatro abarrotado y entregado, con un público entusiasta formado sobre todo por estudiantes y capas medias urbanas. La estética fue sobria, sin abundancia de símbolos, con el peso colocado en la oratoria y en el rigor mostrado en el recinto. Los aplausos y las aclamaciones al final de la velada confirmaron que aquel público percibía estar presenciando un estreno político de calado.
Lo que se decidió y lo que quedó pendiente
Esa noche quedó fijada la existencia pública de Falange Española y un marco doctrinal reconocible, centrado en la unidad, la disciplina y la crítica al parlamentarismo. Sin embargo, no se resolvieron aspectos como la arquitectura orgánica, la estrategia electoral ni las posibles alianzas. Todo eso se desarrollaría más adelante. Pero la fecha del 29 de octubre de 1933 quedó grabada como el momento inaugural, el punto de partida de una identidad política diferenciada.
Enlaces de interés
- Biblioteca Nacional de España: Falange Española de las J.O.N.S. (1934-1937)
- Wikipedia: Falange Española
- SEK Historia de España: Discurso de José Antonio Primo de Rivera en el Teatro de la Comedia (PDF, 29 de octubre de 1933) (pdf)
- UNLP. Facultad de Periodismo y Comunicación Social: Discurso fundacional de Falange (pdf)
- El Gentilhombre: La Falange Española: origen e historia (Documental en Youtube)
Nota editorial: Este artículo se centra únicamente en el acto fundacional de Falange Española celebrado en Madrid el 29 de octubre de 1933, con enfoque histórico y documental.