En la era de la sobreexposición digital, una nueva figura emerge desde las sombras de las redes sociales: el scamfluencer. Estos influencers del fraude aparentan autoridad, carisma y éxito para estafar a sus seguidores. Prometen productos milagrosos, inversiones infalibles o accesos exclusivos… pero todo es humo.
Su poder no reside solo en lo que venden, sino en cómo lo cuentan.

Influencers o impostores: ¿quiénes son los scamfluencers?
A diferencia del timo clásico, el scamfluencer se disfraza de experto, gurú o benefactor. Utiliza la confianza generada en plataformas como Instagram, TikTok o YouTube para lanzar promesas que apelan al deseo, la escasez o el miedo.
No se trata solo de criptomonedas o suplementos falsos. Hay estafas con cursos, sorteos, terapias, apuestas deportivas y hasta ONGs inexistentes.
Algunos casos han salido a la luz con gran repercusión mediática, como:
- Falsos traders que desaparecen con millones.
- Promociones de productos sin licencia con efectos nocivos.
- Campañas solidarias inexistentes en países en conflicto.
Psicología del engaño: ¿por qué caemos?
El fraude digital no se basa solo en el contenido, sino en la puesta en escena. Los scamfluencers:
- Se muestran empáticos y cercanos.
- Usan lenguaje emocional.
- Exhiben una vida envidiable como «prueba social».
Apelan a la urgencia: “solo hoy”, “últimas plazas”, “es ahora o nunca”. Y ante la duda, miles de likes y comentarios refuerzan la ilusión.
Claves para detectar un scamfluencer
- Promesas desproporcionadas. Si algo suena demasiado bueno, probablemente lo sea.
- Presión para actuar rápido. El engaño necesita impulsividad.
- Falta de transparencia. No muestran condiciones, no tienen contacto real, todo pasa por DM.
- Valoración excesiva. Comentarios que parecen artificiales o solo positivos.
- Ninguna información verificable. No hay CIF, empresa, ni rastro legal.
Consejos para protegerte sin caer en el alarmismo
- Desconfía de la urgencia emocional. Respira antes de actuar.
- Investiga fuera de la red social. Busca reviews externas, webs oficiales.
- Consulta con expertos reales. Que tengan formación y trayectoria demostrada.
- Revisa la legalidad. Si es una empresa, debe estar registrada.
El mejor antídoto contra el engaño es la información. Pero también, aprender a reconocer nuestras propias vulnerabilidades.

Reflexión final: entre la fascinación y el riesgo
Vivimos en una era de pantallas donde la apariencia puede pesar más que la verdad. Y es ahí donde prolifera el fraude emocional y económico. No se trata de demonizar a los influencers, sino de distinguir entre inspiración y manipulación.
Las redes pueden ser herramientas de empoderamiento, pero también de control. ¿Estás siguiendo a alguien o siguiendo una promesa vacía?
Preguntas frecuentes
¿Qué diferencia hay entre un influencer y un scamfluencer? El influencer comparte contenido y productos, pero el scamfluencer usa su influencia para estafar y manipular.
¿Es ilegal ser scamfluencer? Depende del caso. Muchas prácticas están en zonas grises, pero si hay engaño deliberado y lucro, puede haber delito.
¿Son las plataformas responsables? En parte. Aunque no generan el contenido, deberían tener mecanismos más estrictos de control.
¿Cómo denunciar a un scamfluencer? Puedes hacerlo en la propia red, y también ante organismos de consumo o autoridades.
¿Existe forma segura de seguir a influencers? Sí. Verifica sus fuentes, que colaboren con marcas fiables y que sean claros con su audiencia.
Fuentes consultadas
- Glamour.
- Investopedia.
- El País Tecnología
- INCIBE (Instituto Nacional de Ciberseguridad)
- Foros de consumidores y medios especializados en fraudes digitales