Aunque cada vez usamos más tarjetas, apps y criptomonedas, el dinero en efectivo sigue siendo parte del paisaje cotidiano. Según el Banco Central Europeo, en 2023 aún se realizaron más del 50 % de los pagos presenciales en efectivo en la zona euro. Pero ¿por cuánto tiempo más?

El efectivo está en declive, pero no extinto
El uso del dinero físico ha disminuido de forma clara en la última década, especialmente en países con infraestructura digital avanzada:
- En Europa, el efectivo pasó de representar el 26 % de los pagos en 2021 a un estimado del 17 % en 2025.
- En Estados Unidos, ronda el 20 % de los pagos y ya no es el método predominante.
- En Australia, cayó del 40 % en 2007 al 13 % en 2022, aunque se ha detectado un leve repunte reciente.
Sin embargo, esta tendencia no implica su desaparición inmediata. Al contrario: el dinero físico sigue siendo vital para muchos ciudadanos y contextos.
Barreras a su desaparición
Aunque los pagos digitales son rápidos y convenientes, el efectivo ofrece ventajas insustituibles:
- Privacidad total en las transacciones.
- Accesibilidad universal, sin necesidad de tecnología.
- Respaldo en emergencias o cortes de red o electricidad.
- Inclusión financiera, especialmente en zonas rurales o entre personas mayores.
Estos factores hacen que gobiernos y bancos centrales sean prudentes ante la idea de eliminarlo. Además, en momentos de crisis como catástrofes naturales o ciberataques, el efectivo ha demostrado ser un recurso crucial cuando los sistemas digitales fallan.
Qué dicen los gobiernos y bancos centrales
En lugar de erradicar el efectivo, muchos países están reforzando su presencia:
- En Suiza, el banco central está diseñando una nueva serie de billetes prevista para la década de 2030.
- En la Unión Europea, se confirma que el euro digital será un complemento, no un sustituto del efectivo.
- En Australia, a pesar de la reducción en cajeros automáticos, el uso del efectivo repuntó tras la pandemia.
- En Italia y España, a pesar del crecimiento de los pagos digitales, el efectivo sigue siendo el método preferido en muchos entornos cotidianos. Por ejemplo, según el Banco de España, en 2023 el 64 % de los pagos presenciales se realizaron en efectivo.
¿Hay una fecha para el fin del efectivo?
No existe una fecha oficial ni consenso claro. Algunos analistas prevén que en países nórdicos podría volverse marginal hacia 2040, pero en el resto del mundo, podría mantenerse hasta bien entrada la segunda mitad del siglo, según algunas proyecciones.
Incluso si su uso disminuye, el efectivo seguirá cumpliendo funciones cruciales mientras existan personas que dependan de él. Según datos del Banco Central Europeo, un 60 % de las personas mayores de 65 años prefieren el efectivo para sus pagos cotidianos.

El futuro: convivencia de opciones
Lo más probable no es una desaparición absoluta, sino una convivencia entre dinero digital y efectivo. En países como Alemania y Japón, esta convivencia es una realidad establecida y en expansión. El primero ganará terreno en ciudades y entre jóvenes; el segundo resistirá en contextos donde la tecnología no llega o no es deseada.
Algunas voces advierten que una desaparición total del efectivo podría implicar un mayor control gubernamental sobre las finanzas personales y un riesgo para la privacidad ciudadana. Por ello, la coexistencia de ambas formas de pago se plantea como una garantía de libertad de elección.
Además, emergen nuevas tecnologías como las CBDC (monedas digitales de bancos centrales), que permiten pagos digitales oficiales emitidos directamente por bancos centrales, con el objetivo de ofrecer una alternativa segura, trazable y sin depender de bancos privados. Estas monedas digitales ya están en fase avanzada de prueba o implementación en regiones como la zona euro, China o Brasil. En el caso de Estados Unidos, su desarrollo para uso minorista ha sido rechazado oficialmente, aunque continúan experimentos en entornos interbancarios. Sin embargo, generan debate en torno a la privacidad, el control estatal y el acceso equitativo.
Los estados buscarán garantizar ambos modelos, priorizando la seguridad, la inclusión y la soberanía monetaria.
Preguntas frecuentes sobre la desaparición del efectivo
¿Va a desaparecer el dinero físico pronto?
No. Aunque su uso disminuye, seguirá existiendo durante décadas.
¿Qué países usan menos efectivo actualmente?
Suecia, Noruega y Países Bajos lideran la digitalización de pagos.
¿El dinero digital reemplazará al efectivo?
No necesariamente. Se plantea como complemento, no sustituto.
¿Qué ventajas tiene el efectivo hoy?
Privacidad, accesibilidad, uso sin necesidad de conexión o dispositivos electrónicos y fiabilidad.
¿Quiénes seguirán usando efectivo?
Mayores, poblaciones rurales, personas no bancarizadas y usuarios que valoran la privacidad.