La inteligencia artificial revoluciona la arqueología y la filología: restaura textos griegos y latinos, traduce el acadio y abre la puerta a descifrar lenguas aún misteriosas como el ibero o el tartésico.
Los speculatores romanos, a medio camino entre exploradores militares y agentes de confianza del emperador, fueron piezas clave en la seguridad del Imperio. La epigrafía y autores como Tácito y Suetonio nos permiten trazar su perfil con rigor.